La intervención, que consiste en “una nutrición interna mediante la colocación de una sonda nasogástrica” es “para mejorar el aporte calórico y favorecer una válida recuperación de las fuerzas”, indicó el vocero de la Santa Sede.

Además, en un intento por desmentir indirectamente la posibilidad de que vuelva a ser hospitalizado, precisó que “el Papa continúa su lenta y progresiva convalecencia”.

Por otra parte, afirmó que “pasa muchas horas en un sillón, celebra la santa misa en su capilla privada y tiene contactos de trabajo con sus colaboradores, siguiendo directamente las actividades de la Santa Sede y la vida de la Iglesia”.

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El anuncio del Vaticano se produjo momentos después de que Juan Pablo II se asomara sorpresivamente por la ventana de su estudio y saludara a los fieles congregados en la Plaza San Pedro.

El Pontífice permaneció a la vista del público durante cuatro minutos, mientras uno de sus colaboradores saludaba en varios idiomas. En un momento, le acercaron un micrófono y pareció que hablaría, pero fue retirado inmediatamente sin que el Papa pronunciara palabra alguna.

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En las imágenes emitidas por el Centro Televisivo Vaticano, se podía ver que el Pontífice presentaba aspecto débil y gesto contraído, con el recurso a abrir la boca varias veces para tomar aire mientras saludaba con las manos temblorosas.

Los miércoles es el día en que tradicionalmente el Papa celebra una audiencia pública, pero hoy fue suspendida, como en general toda su agenda de actividades.