El Papa pidió un examen de conciencia a los Argentinos
-- El Papa Juan Pablo II abogó ayer porque los argentinos efectúen un serio examen de conciencia individual para determinar las responsabilidades de cada uno en la gravísima encrucijada socioeconómica actual.
“La profunda crisis que afecta a la sociedad pone en peligro la estabilidad democrática y la solidez de las instituciones públicas, con consecuencias que van más allá de las propias fronteras patrias”, sostuvo.
El Sumo Pontífice incluyó las apreciaciones en un discurso dado ante los 34 sacerdotes argentinos que participan de una visita ad limina apostolorum, que, como obligación canónica, debe cumplirse cada cinco años.
“Es necesario un serio examen de conciencia sobre las injerencias de cada uno y las trágicas consecuencias del egoísmo insolidario, de las conductas corruptas que muchos denuncian, de la imprevisión y mala administración de los bienes de la Nación”, consignó.
“Mientras se espera que las medidas adoptadas den resultados positivos, les pido que fomenten la acción caritativa y asistencial --añadió--. Es una tarea que la Iglesia siempre ha llevado a cabo, para hacer más llevaderas las condiciones de los menos favorecidos”.
La exposición papal también valoró los sucesivos documentos divulgados por la Conferencia Episcopal Argentina, a los que tildó de realistas y redactados desde una marcada óptica evangélica.
“Hay que seguir prestando a los fieles, y a todo el pueblo, el hermoso servicio de mantener la esperanza auténtica que es Jesucristo resucitado, en un momento tan apremiante”, puntualizó.
Otras frases del mensaje, de ocho puntos, dado por Juan Pablo II:
* “Se requieren, en este momento, oportunas medidas técnicas que levanten la economía y favorezcan que a cada argentino no le falten los bienes necesarios para desarrollarse como persona y como ciudadano”.
* “El diálogo excluye la violencia en sus diversas expresiones, como son muertes y saqueos, y ayuda a construir un futuro más humano, evitando un radical empobrecimiento de la sociedad”.
* “La situación social no mejora aplicando sólo medidas técnicas, sino también, y, sobre todo, promoviendo reformas con una base humana y moral, que tengan presente una consideración ética de la persona, de la familia y de la sociedad”.
* “Sólo una nueva propuesta de los valores morales fundamentales (honestidad, austeridad, responsabilidad por el bien común, solidaridad, espíritu de sacrificio y cultura del trabajo), en una tierra como la vuestra, que la Providencia ha creado fértil y fecunda, puede asegurar un mejor desarrollo integral para todos los miembros de la comunidad nacional”.
* “La situación que se vive puede ser causa de división y fomentar rencores entre quienes están llamados a ser los constructores cotidianos del país”.
* “Los obispos deben seguir acompañando al pueblo como ministros de la reconciliación, para que la grey que les ha sido encomendada, superando las dificultades del presente, avance por los caminos de la concordia y el amor sincero”.
* “Saben bien que el futuro del país debe basarse en la paz, que es fruto de la Justicia. ¡Sigan esa senda! ¡Ayuden a construir una sociedad que favorezca la concordia, la armonía y el respeto por la persona y cada uno de sus derechos fundamentales!”.
* “Con la palabra valiente y oportuna, y teniendo siempre presentes las exigencias del bien común, animen a todos, empezando por los responsables de la vida política, parlamentaria, administrativa y judicial, a promover condiciones más justas de vida, de trabajo y de vivienda”.
* “La magnitud del fenómeno tiene también componentes externos y es necesario buscar apoyos fuera de las propias fronteras”.
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