Las precipitaciones continuarían hasta el jueves, con cielo cubierto y alta humedad. A partir del viernes, las condiciones mejorarían y permitirían que el carnaval se lleve a cabo sin inconvenientes durante sus primeras dos noches. Sin embargo, el domingo volvería la posibilidad de lluvias y tormentas, lo que pondría en riesgo esa jornada. Para el lunes, el pronóstico sigue siendo incierto y aún no se puede anticipar qué sucederá con la que podría ser la última noche del evento.

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La posible suspensión de alguna jornada genera preocupación entre los participantes y el público. Comparsas y murgas han dedicado meses de preparación, con largas horas de ensayo y confección de trajes. La expectativa es alta, ya que se trata de uno de los eventos más importantes del año, no solo desde lo cultural, sino también desde lo social. La comunidad espera con ansias el inicio de los festejos, que movilizan a cientos de personas y forman parte de la identidad local.