EL CIELO NO PUEDE ESPERAR

Los observatorios astronómicos, esas edificaciones poco comunes con cúpulas redondas que apuntan al cielo, no son demasiado fáciles de encontrar. Los mercedinos tenemos uno , y muy importante, el único municipal en la provincia de Buenos Aires, y uno de los pocos del país, que quizás no apreciamos en la real importancia que tiene, pero que sin embargo, si lo visitamos, nos podrá acercar un poquito más al cielo.
El profesor Miguel De Laurentis, nos habló de esas posibilidades, como por ejemplo de la iniciación de los cursos, que se dictan anualmente, en esta oportunidad, nos informó que comienzan el martes 25 de marzo y se dictarán como es tradicional en el Complejo Ameghino- Marín, en calle 26 y 21, todos los días martes de 20 a 22 hs., teniendo una duración cercana a los cuatro meses, unas 16 clases y realizándose la inscripción, el mismo día 25, que como siempre es gratuita.
El curso será lo más práctico y observacional posible destacó el profesor, esta instancia en las nuevas instalaciones, en la escuela 15, en la zona de La Florida.

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Casa nueva, nuevas propuestas

Pudimos saber que en el nuevo espacio, se está trabajando mucho, en el primer caso en las instalaciones didácticas al aire libre, con relación al sol, la salida y puesta de los astros, los movimientos de la luna, dentro de la aplicación práctica de la astronomía dentro de la historia.
Se está trabajando en una edificación, donde la Universidad de Boston instalará un equipo de medición automática del cielo, obra esta que corre por cuenta de la misma universidad, colaborando el observatorio, con todo lo que signifique la operatoria de este proyecto.
El público puede acercarse para disfrutar de esta experiencia única, los días viernes de 21 a 24 hs., que más entrado el invierno será de 20 a 23 hs., con la condición de que el cielo se encuentre despejado.
Un cielo despejado que los visitantes tendrán la posibilidad de observar, no solo desde el telescopio, sino desde un lugar fuera de la contaminación lumínica, que les dará la posibilidad, de mirar el cielo, tomarse un tiempo para recordar su belleza, y quién le dice, porque no mirarse un poquito mas hacía adentro.