Después de la Navidad, los precios se derrumban: qué pasó con la mesa dulce y cómo reaccionó el consumidor

La postal se repite en góndolas y comercios de barrio: pan dulces al 50%, turrones en liquidación y sidras con promociones que no existían antes de Navidad. Para muchos consumidores la sensación es inevitable: lo que parecía caro hace apenas días hoy se ofrece a mitad de precio. La pregunta surge sola: ¿qué pasó con los precios y por qué el ajuste llegó después?
Durante las semanas previas a Navidad, los productos tradicionales de la mesa dulce mostraron aumentos que, en algunos casos, superaron el promedio general de la inflación. La explicación formal estuvo vinculada a mayores costos, reposición anticipada y una demanda estacional que, históricamente, convalida precios más altos. Sin embargo, esta vez el comportamiento del consumidor fue distinto.

Puede Interesarte:
Operativo coordinado tras un fuerte choque en la Ruta 5 a la altura de Mercedes
Con ingresos ajustados y un alto nivel de endeudamiento, buena parte de las familias redujo compras, buscó marcas más económicas o directamente resignó productos clásicos. La cena se achicó, se priorizó lo indispensable y se evitó el gasto impulsivo. El resultado fue un volumen de ventas inferior al esperado para muchos comercios.
Ese cambio de conducta explica lo que ocurrió después del 25. Con stock sobrante y una demanda que desaparece casi de un día para otro, los precios bajaron rápido. No por generosidad ni por corrección moral, sino por necesidad comercial. Mantener mercadería navideña en góndola en enero implica costos y riesgo de pérdida, especialmente en productos estacionales.
¿Hubo abuso? Más que una estafa deliberada, lo que quedó en evidencia fue una apuesta fallida. Parte del comercio fijó precios pensando en un consumidor que ya no existe: uno dispuesto a pagar casi cualquier valor para sostener tradiciones. Esa lógica no se sostuvo y el mercado corrigió de manera brusca.
El consumidor, por su parte, mostró señales claras. Compró menos, comparó más y esperó. Muchos eligieron postergar compras sabiendo que, pasada la fecha, los precios caerían. Es un aprendizaje que se consolida y que condiciona las próximas campañas comerciales.

Puede Interesarte:
Reconocer el mérito como política pública: un mensaje que vale sostener
¿Qué se espera ahora? Para las próximas semanas, el escenario será de fuerte prudencia. Continuarán las liquidaciones hasta agotar stock y difícilmente los precios de productos festivos vuelvan a los niveles previos a Navidad. En paralelo, los comercios ajustarán estrategias: menos sobrestock, más promociones anticipadas y precios más competitivos desde el inicio.
La lección es clara. El consumo cambió y el mercado empieza a aceptarlo. En un contexto donde cada peso cuenta, el precio dejó de ser una referencia emocional y volvió a ser una decisión racional. Y cuando eso pasa, las correcciones llegan solas, aunque sea tarde.

Tu apoyo hace la diferencia
Si valorás nuestro trabajo, sumate a quienes apoyan el periodismo independiente.
Tu aporte nos permite seguir informando con compromiso y rigor.
Tu apoyo hace la diferencia
Si valorás nuestro trabajo, sumate a quienes apoyan el periodismo independiente.
Tu aporte nos permite seguir informando con compromiso y rigor.
Seguinos y no te pierdas de nada











