Desmantelan banda narco: hallaron cocaína escondida hasta en las paredes

Un sorpresivo operativo policial en la villa 1-11-14 del barrio porteño de Flores terminó con la caída del denominado Clan Villalba, una organización dedicada al tráfico de drogas que se había adueñado del negocio en la zona tras la caída del temible Clan Marola. El procedimiento, ejecutado por la División Investigaciones Antidrogas Zona Sur de la Policía de la Ciudad, fue planificado con precisión militar y se desarrolló bajo modalidad “estilo SWAT”.

Puede Interesarte:
El fuego avanza con el calor y pone en alerta a Altamira: Bomberos evitaron un incendio forestal mayor
Los agentes se infiltraron en el barrio haciéndose pasar por fleteros para no despertar sospechas. Cuando los camiones llegaron al punto acordado, se abrieron las compuertas y descendieron decenas de efectivos fuertemente armados que se desplegaron en cuestión de segundos. En simultáneo, se realizaron seis allanamientos ordenados por el Juzgado Penal, Contravencional y de Faltas N°8, a cargo de Natalia Molina, con la intervención de la fiscal Cecilia Amil Martin, de la Unidad Fiscal Especializada en Delitos Vinculados a Estupefacientes (UFEIDE).
El resultado fue contundente: seis personas detenidas —dos hombres, entre ellos el cabecilla, y cuatro mujeres—, además del secuestro de 900 gramos de cocaína con el sello del “Delfín”, 250 gramos de pasta base, 304 envoltorios listos para la venta, marihuana, municiones calibre 9 milímetros, teléfonos celulares y elementos de fraccionamiento. En uno de los domicilios, la droga estaba escondida dentro de las paredes.
El valor total de la sustancia incautada supera los 16 millones de pesos. Los procedimientos se extendieron entre las villas Ricciardelli e Illia, donde el Clan Villalba mantenía una red de puntos de venta y aguantaderos.

Puede Interesarte:
La mesa está servida: el silencio radical que dejó el camino libre al oficialismo
Tras el desmantelamiento del Clan Marola en 2023 —una organización conocida por su violencia, amenazas y dominio territorial—, el Clan Villalba ocupó el vacío que había dejado aquel grupo. Liderado por un hombre de 38 años, Villalba controlaba la distribución de droga en las torres del barrio Ricciardelli, aunque sin el mismo nivel de intimidación que sus predecesores.
Los Marola habían sembrado el terror en el barrio: se filmaban disparando al aire, amenazaban a vecinos y transformaban viviendas en búnkeres. Su caída en mayo de 2023, luego de una serie de operativos policiales, había dejado un espacio que el Clan Villalba aprovechó rápidamente.
Con este nuevo golpe, las autoridades buscan desarticular los últimos resabios de las organizaciones que operaban dentro de la 1-11-14. “Este procedimiento marca un paso más en el trabajo de recuperación del territorio y en la lucha contra el narcotráfico en la Ciudad”, señalaron desde la Policía de la Ciudad tras el operativo.

Tu apoyo hace la diferencia
Si valorás nuestro trabajo, sumate a quienes apoyan el periodismo independiente.
Tu aporte nos permite seguir informando con compromiso y rigor.
Tu apoyo hace la diferencia
Si valorás nuestro trabajo, sumate a quienes apoyan el periodismo independiente.
Tu aporte nos permite seguir informando con compromiso y rigor.
Seguinos y no te pierdas de nada












