Con el cuento del tío, una mercedina entregó 90000 pesos a un desconocido

No es la primera vez, ni será la última. Todo comienza con una llamada telefónica de alguien que dice haberse encontrado en el banco con (y acá va un nombre). Si el nombre coincide con el de un conocido o familiar de la persona que atendió el llamado, la trampa está casi puesta.

Es entonces cuando entra en juego el tiempo. Quien llama plantea una situación que debe resolverse de inmediato. No hay mucho tiempo para pensar. Dicen que el conocido o familiar está en el banco, que no puede abandonar la cola porque pierde el turno, y que necesita una cierta cantidad de dinero para hacer un pago, o un deposito, y que como no puede abandonar el banco, y tampoco puede hacer un llamado telefónico desde dentro del mismo, le pidió a quien está hablando que se comunicara con quien recibió la llamada (la victima).

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Cuando la victima accede al pedido, viene la parte final. Quien llama suele decir que para acelerar los tiempos, enviará a otra persona a recoger el dinero. Minutos más tarde, alguien aparece en la puerta de la casa, toca timbre y recibe el dinero. La victima se enterará más tarde de la trampa en la que ha caído.

Por todo esto se aconseja:

- Estar alerta.
- Si se recibe una comunicación telefónica sospechosa, cortar lo antes posible.
- En todos los casos no aportar información sobre datos filiatorios propios o de sus familiares, domicilios, movilidad, números de teléfonos, etc.
- No abrir la puerta a desconocidos.
- Comunicarse inmediatamente con la Seccional Policial, antes de tomar cualquier tipo de resolución.
- Ante cualquier situación que genere dudas o sospechas, llamar a las línea gratuita 911