Comienza la Cumbre de las Américas con más expectativas que acuerdos
La cumbre tendrá su actividad principal entre el jueves y el viernes próximo, cuando se den cita 34 jefes de Estado de todo el continente. El tema central será el trabajo en la región y las discusiones sobre la integración al ALCA.
Según indicó la Cancillería argentina, el documento que firmarán los 34 presidentes en Mar del Plata hará hincapié en la necesidad de generar trabajo en la región y en el nuevo papel de las pequeñas y medianas empresas como motor de la economía.
No obstante, se espera que en la declaración final pueda haber alguna mención tangencial al comercio continental, aunque todavía se ignora si habrá una inclusión al ALCA en el texto definitivo. Sucede que éste es un tema controvertido en que aún no se ha llegado a un acuerdo.
El presidente norteamericano George W. Bush, que llegará al país austral el jueves, mantendrá una reunión bilateral con Kirchner el viernes por la mañana, que se haría en el hotel Sheraton de Mar del Plata.
A su vez, están confirmadas las reuniones bilaterales de Kirchner con sus pares de México, Vicente Fox; de Venezuela, Hugo Chávez; de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de Chile, Ricardo Lagos y de Uruguay, Tabaré Vázquez. Con este último, el encuentro tendrá un significado especial si se tiene en cuenta el conflicto diplomático que se abrió ayer entre ambos países.
La actividad central de ayer transcurrió en el hotel Costa Galana. Allí se reunieron el Grupo de Revisión de Implementación de Cumbres (GRIC) en el que se espera terminar un texto para la declaración final de los presidentes. Hoy, también en el Costa Galana, seguirán las reuniones entre coordinadores nacionales y plenipotenciarios para avanzar con los documentos que suscribirán los mandatarios.
El ALCA, al debate
En una cumbre que tiene como lema ´Crear trabajo para enfrentar la pobreza y fortalecer la gobernabilidad democrática´, Bush lleva el doble mensaje de lucha contra la corrupción y fomento del comercio como factor para promover la creación de riqueza.
Washington quiere promover el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), el ambicioso proyecto de un continente sin fronteras comerciales que debería haber entrado en vigor este año pero cuyas negociaciones están estancadas.
El secretario de Comercio de EEUU, Carlos Gutiérrez, ha declarado que la cumbre, a la que están invitados los jefes de Estado de toda América excepto Cuba, ´será una oportunidad para expresar nuestro deseo de que un día tengamos un ALCA´.
La lucha contra la corrupción y la guerra contra el terrorismo serán otros de los mensajes en los que Bush hará más hincapié. Pero los analistas consideran que Washington encontrará poco apetito para sus propuestas.
Contra la postura del presidente Bush, Lula dijo que el trabajo digno es “el punto de partida para una globalización socialmente justa y económica y políticamente sostenible”, y añadió que los esfuerzos de liberalización comercial deben ser vistos bajo “ese prisma.
“La apertura de mercados y la integración competitiva en la economía internacional constituyen un instrumento complementario de generación de crecimiento y de nuevas fuentes de trabajo, pero jamás un fin en sí mismo”, dijo Lula. La posición de Brasil, segunda economía latinoamericana después de México, es compartida por la Argentina y Venezuela, entre otros.
Los países sudamericanos, especialmente Brasil y Venezuela, no están de acuerdo con incluir en la declaración presidencial una mención al ALCA, porque significaría una señal diplomática retomar las negociaciones que impulsan EEUU. Paraguay por su lado no tiene inconvenientes en discutir el avance de las negociaciones para el ALCA, siempre y cuando obtenga los siguientes beneficios: cupos amplios para los productos agrícolas especialmente, inversiones, eliminación de trabas arancelarias y paraarancelarias y reconocimiento de los certificados de exportación.
El ALCA es un proyecto que impulsa EE. UU. desde 1994 (bajo la administración de Bill Clinton), pero su extensión a toda América Latina encontró un freno en los cuatro países del Mercosur (Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay). El principal problema consiste en el reclamo del Mercosur de eliminar los subsidios agrícolas y las ayudas internas de EE. UU. y la apertura de cupos a la exportación. Los estadounidenses reclamaron a los países del Mercosur la apertura de los sectores servicios y compras gubernamentales.
En la IV cumbre de las Américas, los 34 presidentes y cancilleres deberán definir la prosecución o no de las negociaciones.
La izquierda organiza actos en protesta por la visita de Bush
El canciller argentino, Rafael Bielsa, ha tildado de ´legítimas´ las manifestaciones contra el mandatario estadounidense, pero a la vez ha abogado por ´una protesta civilizada´ para que ´Argentina no salga en los diarios por un escándalo´.
El gobernante estadounidense llegará a Mar del Plata, en la noche del 3 de noviembre, y se alojará en el Hotel Sheraton -donde se instalará el centro de logística de su comitiva de unas 2.000 personas- y no en un portaaviones, como en su momento especuló la prensa argentina.
Esta versión, que la embajada estadounidense en Buenos Aires dijo a EFE que era un ´invento´, surgió mientras se terminaba de afinar el operativo de seguridad de la cumbre, en el que participarán unas 7.000 personas, y que para el caso de Bush estará a cargo de personal de su país.
Su agenda en Mar del Plata prevé una reunión con su colega argentino, Néstor Kirchner, la tercera entre ambos, y una reunión con los presidentes de Perú, Ecuador y Colombia para destrabar las negociaciones de un tratado de libre comercio que los países andinos discuten con EEUU desde 2004 y al que pretende sumarse Bolivia.
También incluye una entrevista con los gobernantes de las naciones centroamericanas (El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Honduras, Costa Rica y República Dominicana) con las que Estados Unidos selló en mayo del año pasado un tratado de libre comercio (CAFTA-DR) que entrará en vigor el 1 de enero de 2006.
En la cumbre propiamente dicha, Bush intentará, entre otras cuestiones, el desafío de revivir el ALCA, un proyecto integracionista de Estados Unidos que parece estar ´en coma´.
El más ferviente opositor a esta iniciativa es uno de sus acérrimos enemigos, el presidente venezolano, Hugo Chávez, cuya coincidencia con Bush en la ciudad situada a orillas del Atlántico eleva a la ´categoría 5´ la fuerza del huracán que se avecina sobre el jefe de la Casa Blanca.
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