CIERRA LA PLANTA DUPONT EN MERCEDES
“Hasta hoy la empresa se ha comprometido solo de forma verbal. Han hecho pública la promesa de generar una actividad productiva dentro de la planta, pero hasta que no se haga realidad lamentablemente tenemos que seguir en la puerta de la planta. La garantía que pedimos es que hasta que no se genere una actividad productiva no se toque un tornillo de la maquinaria. En principio la empresa no prometió nada, más que pagar la indemnización de ley y algunos otros requisitos pero hasta hoy no lo han efectivizado.
La firma DuPont es una de las empresas multinacionales más grandes y con mayor capacidad de producción textil del país y del continente. En Mercedes se realiza el hilado del nylon que luego se exporta a otros países del Mundo. Los trabajadores efectivos son 238 y con los contratados alcanza un número de 280. A esto se agregan todas las demás empresas y trabajadores que dependen de la fábrica incluyendo contratistas, proveedores, empresas de autopartes que fabrican para DuPont, resultan afectadas por el cierre un total de 700 familias. Para la ciudad significa la pérdida de la circulación en el mercado que generaban sus trabajadores dependiendo directa o indirectamente de la empresa. Por eso decimos No al cierre de la fábrica. La comunidad nos apoya porque afecta a todos.
Luego de decidirlo en asamblea, el jueves 25 de marzo, los trabajadores realizamos una movilización a la Municipalidad de la ciudad de Mercedes (Bs. As.) reclamando que la empresa de fibra DuPont, Invista Nylon, efectivizara las indemnizaciones adeudadas y genere una actividad productiva antes de retirar las maquinarias del establecimiento.
Los obreros denunciamos ante las autoridades del municipio que la empresa amenazó con 'perder el gran paquete que dice la ley' cuando tuvimos que salir 'de prepo' dado que no les permitían el egreso de la fábrica.
Luego de la solicitud realizada por la comisión interna de la fábrica de la cual es su titular Antonio Mauriello, los jueces María Angélica Rubino, María Inés Reyna y Carlos Roberto Pederneschi decretaron la medida cautelar de no innovar, respecto del predio fabril ubicado en calle 40 Nº 950, para que la firma DuPont no comience los trabajos de desarme, hasta que sean abonadas a los trabajadores las indemnizaciones de ley (arg. arts. 230, 232 y concs. C.P.C; art. 63 ley 11.635).
Luego de la movilización, la empresa canceló la audiencia prevista para el mismo jueves a las 13 horas con la Asociación Obrera Textil (AOT) disconforme por las medidas realizadas a la mañana. Ante esto los trabajadores consideramos totalmente roto el diálogo y decidimos realizar la medida de fuerza.
Los operarios improvisamos un piquete en la puerta de la fábrica, con la quema de gomas para impedir la entrada y salida de los camiones a la fábrica. Aún no hemos parado la producción, adentro continuamos con los actividades habituales. Al mismo tiempo colocamos una carpa en los canteros de la avenida 40 para que los más cansados pudieran quedarse durante la noche frente a la fábrica y una FM local, Radio Vida (104.3), lleva adelante una radio abierta de la cual participan los trabajadores, vecinos y representantes políticos de la ciudad.
El mismo día en que bloqueamos la puerta, un camión que portaba maderas intentó ingresar pero los vecinos y empleados impedimos su paso.
Ya en junio de 2002 se había retirado la sección de Lycra, dependiente de DuPont (firma norteamericana) dejando a 80 trabajadores en la calle y hasta el día de hoy, pese a las promesas de la patronal, no han logrado reinsertarse en el mercado laboral.
La noticia de cierre para los trabajadores significó un impacto tremendo, a muchos les costó asumirlo, porque nadie se esperaba esto. Una empresa que esta trabajando con plena producción, había tenido un año espectacular y para un año que pintaba bárbaro, según dijeron los directivos y nos encontramos con esto. Porque estos pulpos no se van porque quiebran, no se van porque no les conviene, se van porque es una decisión política de ellos. Y no fuimos los obreros lo que lo decidimos, no fuimos nosotros los que empujamos a que tomen esta medida, se van porque a ellos les conviene hacer otras cosas.
El intendente de la ciudad, Carlos Selva (PJ) ante la movilización de los trabajadores se hizo presente en la Secretaría de Trabajo del municipio donde expresó su solidaridad pero subrayando que 'no pidamos soluciones mágicas (...) tengo la tranquilidad de conciencia de que estamos haciendo hasta donde podemos hacer'. En este sentido consideramos que no se esta haciendo todo para garantizar la continuidad de los puestos de trabajo y si es necesario tomar la fábrica la vamos a tomar.”
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