BUSH - Los responsables escucharan muy pronto la respuesta de EEUU
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, prometió al pueblo norteamericano que los responsables de los ataques contra Nueva York y Washington “escucharán muy pronto nuestra respuesta”, mientras fueron convocados 50.000 reservistas y el Capitolio avanzó en el apoyo financiero y político de la represalia a los atentados del martes.
Por su parte, el secretario de Estado, Colin Powell, continuaba hoy preparando el escenario de una coalición internacional cuyo objetivo y composición aún no están del todo claros.
La OTAN opinó hoy que Estados Unidos aún debe determinar “si el ataque llegó desde el interior o el exterior” y de qué manera reaccionará, mientras que Rusia y Francia expresaron reparos sobre su participación en una alianza militar.
El conflicto “ha empezado cuando han querido otros, pero terminará de la forma y en la hora que nosotros elijamos”, aseguró Bush al pueblo norteamericano cuando, parado sobre los escombros de las Torres Gemelas, era arengado por los socorristas al grito de “USA”.
Más temprano, Bush había participado de una emotiva ceremonia multirreligiosa en la catedral de Washington, donde las presencias de los principales dirigentes norteamericanos -entre ellos los ex presidentes Jimy Carter, Gerald Ford y Bill Clinton- ratificaron aún más la decisión del poder político de Estados Unidos de acompañar al presidente en la represalia por los ataques.
En tanto, el gobierno de Afganistán, acusado de refugiar al principal sospechoso de los atentados del martes, el saudita Osama Ben Laden, afirmó que “estamos dispuestos a pagar cualquier precio para defendernos y utilizar todos los medios para vengarnos”.
Los reparos internacionales a la acción militar que pudiera adoptar Estados Unidos surgieron con mayor fuerza en Rusia, donde el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, general Anatoli Kvashnin, compartió la idea de castigar a los autores del atentado pero dijo que la administración de Bush “tiene fuerzas armadas suficientemente poderosas para cumplir por cuenta propia esta tarea”.
Francia, en tanto, expresó a través de su primer ministro, Lionel Jospin, que la solidaridad con Estados Unidos por los atentados no priva a ese país de su soberanía y su “libertad de criterio” ante eventuales represalias.
La OTAN mantuvo un rol más ambiguo dado que su titular George Robertson señaló que la eventual respuesta estadounidense “debe ser proporcional al ataque”.
”Los estadounidenses pueden llevar a cabo por sí solos una acción o, por el contrario, actuar en el marco de una coalición o bien acudir al Consejo Atlántico”, agregó.
Por otro parte, las investigaciones prosiguieron alrededor del mundo con unas diez personas detenidas en distintos países, en el marco de los procedimientos que realizan las fuerzas de seguridad en busca de pistas que permitan aportar información vinculada con los atentados.
Las detenciones se produjeron en Bélgica, Holanda, Panamá y Miami, donde las fuerzas policiales arrestaron a supuestos sospechosos de pertenecer a grupos fundamentalistas islámicos, según informaron las policías de esos países.
No obstante, el director del FBI, Robert Mueller, aclaró que “no hay ningún arresto en esta etapa” vinculado a los ataques a las Gemelas y al Pentágono.
El avance en la búsqueda de las víctimas fue más lento hoy debido una tormenta que comenzó anoche y complicó las tareas de rescate entre los escombros del World Trade Center de Nueva York, donde se encontraron hasta hoy 184 muertos entre un total de más de 5.000 personas desaparecidas.
Tras la ceremonia, realizada en medio de medidas de seguridad excepcionales, Bush sobrevoló las montañas de escombros y luego estuvo en las ruinas de las Torres Gemelas, donde habló con los socorristas para darles aliento en su difícil tarea de encontrar miles de personas que continúan bajo los escombros.
”Los aprecio, los aprecio”, dijo a varios bomberos, según el informe de un periodista que integró el grupo al que se le permitió cubrir la actividad, mientras cientos de rescatistas gritaron frente al presidente “USA, USA”, en medio de aplausos.
En tanto, el Congreso norteamericano aprobó por unanimidad el paquete económico de emergencia de 40.000 millones de dólares, el doble del dinero requerido por Bush para emprender la tarea de reconstrucción y represalia.
Con respecto a la resolución del parlamento que le permitirá al presidente “recurrir a la fuerza” contra quienes hayan realizado los atentados, aún está pendiente para mañana sábado el tratamiento en la Cámara de Representantes dado que el Senado ya dio su respaldo también por unanimidad.
En ese sentido, el Pentágono ya avanzó con el anuncio de que los planificadores militares decidieron distribuir a 35.500 reservistas de los 50.000 convocados.
Mientras tanto, la Reserva Federal estudia medidas, entre ellas una nueva baja de las tasas para fortalecer al sistema financiero con vistas a la probable apertura de Wall Street el lunes. (Télam-SNI).-
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Además, Bush dispuso la convocatoria de 35.000 reservistas para apoyar la campaña militar de represalias, en tanto que el Departamento de Estado intensificó los contactos con países árabes y fronterizos con Afganistán, para sumar apoyos a la acción punitiva que, todo hace presumir, tendrá a su país como epicentro.
El Senado aprobó hoy por unanimidad una resolución que autoriza a Bush a “recurrir a la fuerza” contra quienes hayan organizado los atentados, así como contra los países que los refugian y les dan apoyo, aunque a cuatro días del ataque no fueron identificados oficialmente ni unos ni otros más allá del rótulo de sospechoso dado al saudita Osama Ben Laden.
”El presidente está autorizado a usar toda la fuerza necesaria y apropiada contra aquellas naciones, organizaciones o personas que planearon, autorizaron, cometieron o ayudaron a los atentados terroristas del 11 de septiembre”, expresa la resolución.
La Cámara de Representantes se aprestaba a discutir y aprobar esta misma medida.
Por su parte, ambas Cámaras aprobaron también una partida de 40.000 millones de dólares destinada a la operación militar de castigo que planea el gobierno y para las labores de rescate de las víctimas y reconstrucción de la zonas afectas por los atentados.
Por otro lado, los 35.000 reservistas convocados hoy participarán en operaciones de defensa y seguridad general del país y en tareas específicas de patrulla terrestre, marítima y aérea, además del apoyo logístico, informó el Departamento de Defensa.
Entre quienes serán llamados al servicio activo habrá pilotos, equipos de vuelo, policía militar y controladores de vuelo para bases militares.
Trece mil serán asignados a la Fuerza Aérea, 10.000 a la Armada, 3.000 a la Marina de Guerra, 7.000 al Cuerpo de Marines y 2.000 a la Guardia Costera.
La convocatoria de reservistas es la mayor desde la Guerra del Golfo, en 1991, cuando el llamamiento alcanzó a 265.000 miembros de la reserva y la Guardia Nacional.
En el plano diplomático, el Departamento de Estado intensificó los contactos internacionales para sumar aliados en una operación de represalia militar.
Washington está particularmente interesado en Pakistán, país fronterizo con Afganistán y que mantiene relaciones diplomáticas con el grupo islámico radicalizado de los talibanes, que gobierna el país desde 1996.
El gobierno estadounidense solicitó a Islamabad el acceso a la información de inteligencia que posea sobre las “bases militares” cuyo control se atribuye a Ben Laden.
El gobierno norteamericano necesita también autorización de los países fronterizos con Afganistán para realizar vuelos sobre su territorio en acciones de represalias.
El secretario de Estado, Colin Powell, advirtió hoy que los talibanes “no pueden separar sus actividades” de la de aquellos terroristas que se refugian en su país, referencia a Ben Laden.
Desde que decidió encarar una campaña punitiva contra los autores del atentado, Estados Unidos sostuvo que ell
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