“Agua que dejas correr no la has de beber”
Como esa pequeña gotera en el techo que comienza siendo apenas una molestia y termina comprometiendo la estructura de una vivienda, hay situaciones que cuando se desatienden pueden transformarse en verdaderos desastres. Y como reza el dicho popular, “hay pocas cosas difíciles de esconder, una es el agua”.
En Mercedes, una significativa pérdida de agua potable a la salida de la planta potabilizadora se ha convertido en el elefante en la habitación que nadie parece querer abordar. Los residentes del Barrio San Jorge son testigos diarios de cómo aproximadamente 60.000 litros de agua tratada se desperdician, sumando la asombrosa cifra de 22 millones de litros anuales. Para dimensionar la magnitud del derroche, esto equivale a llenar tres veces la pileta del conocido balneario local Noelandia.
Puede Interesarte:
Anuncian bono navideño de $150.000: quiénes acceden y cómo será el pago
La historia de esta fuga no es reciente. Vecinos de la zona aseguran que el problema se remonta a décadas atrás, y desde 2021 han intensificado sus reclamos ante las autoridades municipales. La propuesta vecinal ha sido consistente: utilizar los fondos del Presupuesto Participativo para resolver definitivamente esta crisis ambiental. Sin embargo, la respuesta oficial ha sido igualmente constante en su evasiva: “Estamos gestionando que esa obra la realice Nación o Provincia”.
Puede Interesarte:
Violento asalto en Quilmes: una niña quedó atrapada en medio del intento de robo
Las redes sociales se han convertido en el megáfono de la indignación ciudadana. Concejales de diferentes períodos han viralizado el reclamo, convirtiendo la pérdida en un símbolo de la ineficiencia administrativa. Un reconocido vecino, con cierta ironía resignada, comenta: “Ahora imaginen que Milei ni en pedo lo va a hacer”, refiriéndose al actual contexto político nacional.
La situación revela una paradoja preocupante: mientras se implementan restricciones al consumo de agua en determinadas épocas del año, en Mercedes literalmente se deja correr el agua por las calles. Los intentos de los vecinos por visibilizar el problema han incluido desde presentaciones formales hasta campañas en redes sociales, pero la solución parece diluirse en promesas y derivaciones de responsabilidad entre diferentes niveles de gobierno.
Mientras tanto, el agua sigue corriendo, y como advierte el refrán que titula esta nota, aquella agua que hoy se deja perder podría ser la misma que mañana se necesite beber.
Sigue las noticias de MercedesYA en Whatsapp