ZONA CRITICA - El agua avanza hacia Chascomús
La altura de la laguna llegó ayer a 9,15 metros, cuando lo normal es 6,80. El agua ya superó las defensas a la altura del arroyo Los Toldos y amenazaba otras zonas
Hay 103 evacuados y 600 autoevacuados pertenecientes a 7 barrios. Y todo el pueblo trabaja para evitar que el agua supere las defensas en nuevos sectores.
El episodio convirtió a Chascomús en un pueblo conmovido y movilizado.
Con 103 evacuados que esperan soluciones en dos centros de evacuación ubicados en un ex asilo de ancianos y una asociación vecinal y otras 600 personas autoevacuadas en casas de familiares o -como Martínez- en viviendas alquiladas, los esfuerzos colectivos se dividen entre la ayuda constante a los que se quedaron sin nada y el trabajo permanente en las defensas para evitar que el agua de la laguna supere a las barreras en otros sectores, comprometiendo nuevas áreas.
El parque Libres del Sur -casi totalmente ganado por las aguas- y sus inmediaciones, ubicados a la vera de la laguna, era ayer un testimonio vivo de la vertiginosa dinámica de los trabajos. Personal de Defensa Civil, municipal, pobladores y hasta adolescentes voluntarios se arremangaban para trabajar en las defensas de tierra, piedra y plástico que son la única barrera que separa la laguna del pueblo, mientras todas las casas de los alrededores fortalecían sus entradas con defensas improvisadas con bolsas de arena.
A pesar de que el Ministro de Obras y servicios Públicos de la provincia, Julián Domínguez -que se instaló en Chascomús para seguir de cerca la marcha de los trabajos- explicó a primera hora de la tarde que la altura de 9,15 centímetros alcanzada ayer por la laguna representaría el pico de la crecida, el sentimiento que reinaba en el pueblo era de inseguridad. Y el comentario común que regía en las calles auguraba la pronta bajada de nuevas aguas procedentes de Junín por el río Salado, que sólo podían complicar una situación de por sí difícil.
En los centros de evacuados, en tanto, se sumaban nuevas historias a las de los que llevan meses viviendo en esos hogares transitorios. Historias como la de Miguel Angel Ramírez y Analía Morgue, quienes ayer tomaban mate resignados sobre uno de los colchones que se amontonan en el ex hogar de ancianos de Chascomús desgranando el relato de su desventura.
Ayer, a última de la hora de la noche, Chascomús seguía trabajando para evitar el avance del agua. Lo harían toda la noche. Mientras tanto, se disponía un refuerzo policial para cuidar las casas de las zonas anegadas.
