Desde el 14 de febrero, el Hospital Sor María Ludovica de La Plata se ha convertido en el hogar improvisado de Natalia Galindre. Su hija Fiamma Mia permanece internada en este centro médico tras ser derivada desde el Hospital Blas Dubarry de Mercedes, donde inicialmente le diagnosticaron neumonía. Sin embargo, al llegar a La Plata, los especialistas revelaron que la menor padece lupus, una enfermedad autoinmune crónica en la que el sistema inmunológico ataca por error a los tejidos y órganos del propio cuerpo.

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En una entrevista concedida este mediodía mientras su hija ingresaba al quirófano, Natalia explicó la crítica situación: “Ahora va a entrar al quirófano porque necesitan realizarle una limpieza. Su estado es extremadamente complicado”. La madre relató el difícil camino hasta obtener un diagnóstico correcto. Desde principios de febrero, acudía regularmente al Hospital Blas Dubarry, donde simplemente “le administraban dipirona y nos enviaban a casa, argumentando que quizás estaba incubando alguna enfermedad”.

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La situación alcanzó un punto crítico el 13 de febrero cuando Natalia llevó a su hija “casi desmayada” al centro médico. “En ese momento me informaron que tenía una neumonía muy grave y decidieron trasladarla a La Plata”, comentó. Durante todo este tiempo, la niña llegó a presentar fiebres de hasta 40 grados, pero el personal médico se limitaba a administrarle suero, dipirona y enviarla nuevamente a casa. El diagnóstico de lupus sólo llegó cuando fue atendida en el Hospital Sor María Ludovica.

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La situación no sólo ha afectado la salud de Fiamma, sino también las condiciones de vida de su madre. Debido a su precaria situación económica, Natalia se ha visto obligada a permanecer dentro del hospital durante mes y medio, durmiendo en sillas o incluso en el suelo. Las enfermeras, sensibilizadas por su situación, le permiten utilizar las instalaciones para asearse. Antes de esta crisis, Natalia se ganaba la vida cuidando adultos mayores, pero la hospitalización prolongada de su hija le ha hecho perder todos sus trabajos.

“En esta situación necesito absolutamente todo. Me he instalado aquí dentro del hospital. Carezco de recursos para movilizarme, no tengo absolutamente nada”, expresó con desaliento. Cuando se le preguntó si había solicitado ayuda a las autoridades locales, Natalia reconoció que no lo había hecho, y que tampoco nadie se había acercado a ofrecerle asistencia por iniciativa propia. “Necesito que me ayuden con algo porque no tengo ni para tomar mate”, confesó.

Para quienes deseen colaborar económicamente con Natalia y su hija, pueden realizar transferencias a su cuenta de Mercado Pago: Natalia Elizabet Galindre, CVU: 0000003100030649557083, Alias: Nati.galindres.1, CUIT/CUIL: 27267091043.