UNA MANCHA DE 40 KILÓMETROS DE COMBUSTIBLE DEJA EL HUNDIMIENTO DEL CRUCERO “EXPLORER”
El crucero turístico de lujo “Explorer” yace hundido a 1.000 metros de profundidad en las aguas de la Antártida, mientras en la superficie marina aflora una mancha de diesel, de 40 kilómetros cuadrados, proveniente de los 185.000 litros de combustible que hay en sus tanques
El impacto ambiental declarado ataca a una de las zonas del planeta declarada por el Tratado Antártico como “reserva natural” de la Humanidad, con una rica biodiversidad que incluye las mayores reservas de pingüinos, lobos de mar y focas, entre otras especies.
“El derrame tiene alrededor de ocho kilómetros por cinco kilómetros y es de diesel, un combustible liviano que se dispersa y se diluye más rápidamente que el petróleo crudo”, declaró la secretaria argentina de Medio Ambiente, Romina Picolotti, tras sobrevolar la zona.
Para la funcionaria sin embargo la situación no es dramática: “Siempre hay impacto ambiental, porque no tiene por qué haber diesel en la Antártida, pero aunque todavía estamos monitoreando, podemos decir que la situación no es preocupante”.
Llegada.
El segundo y último grupo de 77 náufragos del crucero Explorer llegó ayer a Punta Arenas en un avión militar chileno que los transportó desde la Antártida.
El Hércules de la Fuerza Aérea de Chile (FACH) aterrizó en Punta Arenas minutos después de las 13.10 horas (16.10 GMT) con los náufragos, entre los que están los 54 tripulantes del “Explorer”.
En esa isla se encontraban los náufragos desde las últimas horas del viernes, tras ser rescatados del mar por el crucero noruego Nord Norge.