Secuestran en Colombia un avión con al menos 37 pasajeros
Un avión comercial de la aerolínea Aires con 37 personas a bordo fue secuestrado y obligado a aterrizar en una carretera del sur de Colombia por presuntos guerrilleros de las FARC, que se llevaron a tres de sus pasajeros, informó el miércoles la Aero
El máximo organismo de la aviación civil en Colombia precisó que la aeronave había partido de la ciudad de Neiva con destino a Bogotá y, cuando estaba en el aire, fue obligada a desviarse y aterrizar.
El jefe de operaciones de las Fuerza Aérea, general Gonzalo Morales, dijo a la cadena Radionet que, al parecer, los secuestradores sólo se llevaron a tres ocupantes de la aeronave, que aterrizó en una carretera del municipio de Hobo, a unos 270 kilómetros al sur de Bogotá, en el departamento del Huila.
El oficial atribuyó el secuestro a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que operan en el área. La Fuerza Aérea ya envió aviones y helicópteros de combate a la zona.
Sin embargo, el vocero de la guerrilla Raúl Reyes aseguró no tener información sobre este nuevo caso de aeropiratería.
“Yo no conozco absolutamente nada... por parte nuestra no hay información”, dijo Reyes a la cadena Caracol.
El secretario de la alcaldía de Hobo, Lisandro Ortiz, dijo a RCN Televisión que según versiones de los pasajeros que han llegado al casco urbano sólo el senador Jorge Gechen Turbay y dos personas más -- al parecer entre ellos uno de sus hijos -- fueron secuestrados.
En los últimos tres años han sido secuestrados dentro del país tres aviones por rebeldes izquierdistas.
En abril de 1999, un comando del Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda guerrilla del país, desvío un vuelo de la aerolínea Avianca con 41 pasajeros a bordo para hacerlo aterrizar en medio de un claro en la selva. El secuestro colectivo era una medida para presionar al gobierno a negociar.
Luego, el 8 de septiembre de 2000, un rebelde de las FARC, que era trasladado en un avión de la empresa Aires para cumplir con un procedimiento legal, tomó una pistola escondida en la aeronave y obligó a los pilotos a dirigirse a la zona de distensión que controla la guerrilla en el sur del país.
De la misma zona desmilitarizada que fue cedida a las FARC con vistas al proceso de paz, un guerrillero desertor secuestró un vuelo de la empresa Satena el 30 de enero del 2001 para asegurar su retorno a la vida civil en Bogotá
