Sacerdote destituido por desafiar la enseñanza tradicional de la Iglesia
En un comunicado oficial emitido el 16 de enero de 2025, el Arzobispado de Mercedes-Luján informó que el sacerdote Alejandro Rodolfo Gwerder fue apartado del estado clerical por el Dicasterio para el Clero, tras un proceso en el que se lo acusó de faltas contra la obediencia, la comunión y las responsabilidades inherentes a su rol. Esta medida, que pone fin a una etapa de conflicto dentro de la Iglesia local, pone en evidencia una disputa que trasciende lo religioso y se convierte en un símbolo de tensiones internas en la jerarquía eclesiástica.
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Según algunos fieles cercanos a Gwerder, el sacerdote era conocido por su postura conservadora, defendiendo prácticas tradicionales como el uso de sotanas y camisas negras, lo cual lo había convertido en un referente para ciertos sectores del clero y la feligresía. “Era un líder que movilizaba a la gente”, comentó uno de sus seguidores, añadiendo que las misas que celebraba en una quinta, frecuentada por personas de poder, atraían multitudes.
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La decisión tomada por el Vaticano refleja el cumplimiento de las normas del Derecho Canónico, que regula la conducta de los miembros del clero. A partir de ahora, Gwerder se encuentra inhabilitado para ejercer cualquier función dentro de la Iglesia, incluyendo la predicación de homilías y otras actividades eclesiásticas.
Gwerder, que fue ordenado sacerdote en 1996 y que desempeñó funciones en varias parroquias, incluyendo Rawson y la Catedral de Mercedes, expresó en un mensaje escrito su firme postura doctrinal. En su escrito, aseguró que su compromiso con la verdad revelada por la Iglesia le impidió adaptarse a ciertas corrientes modernas que, según él, distorsionan la enseñanza tradicional. “Mi intento siempre fue dar a conocer la Verdad que salva”, subrayó en su carta, dejando claro que su objeción de conciencia era un acto de lealtad hacia las enseñanzas inmutables de la Iglesia.
A pesar de la medida disciplinaria, el Arzobispado de Mercedes-Luján expresó su apoyo al sacerdote destituido, pidiendo por su bienestar espiritual y alentando a la comunidad a orar por él en este “tiempo importante” de su vida.
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