RAPET: la empresa mercedina que aporta una solución al problema de los residuos plásticos
“La empresa surgió en un almuerzo en el que me ofrecieron una línea de lavado de escamas, abandonada desde hacía 20 años. Yo siempre supe que quería incursionar en el mundo del emprendedurismo y, si bien la planta que me ofrecían estaba literalmente destruida, me parecía un proyecto desafiante profesionalmente y que valía la pena: abrir una empresa de reciclado de plástico con una planta industrial reciclada. El triple impacto me atrajo desde el día cero.”, cuenta Rodrigo Miles, el ingeniero creador de la empresa.
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Rodrigo tenía trabajo en una petroquímica dedicada a la producción de plásticos. Allí adquirió el conocimiento que luego lo animó a ahorrar y pedir prestados unos US$400.000, que espera poder terminar de devolver este año. Suegros, amigos, colegas, todos contribuyeron a su sueño: recuperar una fábrica que estuvo 12 años cerrada para reciclar botellas de plástico en “escamas” PET reutilizables para otras industrias.
Utilizar material reciclado tiene múltiples ventajas. Por un lado, se disminuye la extracción de materiales vírgenes, como el petróleo: para fabricar una tonelada de PET se requieren aproximadamente 3,8 barriles de petróleo. En cambio, utilizando materiales reciclados, se evita la contaminación y degradación de los ambientes, y se reduce el volumen de la disposición final de estos residuos en rellenos sanitarios y basurales. Por otra parte, se reducen las emisiones de GEI a la atmósfera, contribuyendo a mitigar el cambio climático, y se utiliza menos energía. Y, finalmente, se generan cientos de empleos verdes vinculados a la recuperación, recolección, acopio y transformación de estos materiales.
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Por eso, los emprendimientos de triple impacto comprometidos con la transformación de los materiales recuperados en nuevos productos son actores fundamentales en la transición hacia una economía más circular e inclusiva.
Uno de estos emprendimientos es Reciclado Argentino de PET, una empresa argentina dedicada a recuperar PET y transformarlo en nuevos productos.
Actualmente, la empresa genera 30 puestos de empleo y recicla aproximadamente 15 millones de envases por mes.
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“El principal desafío de la industria es el de elevar el porcentaje de reciclado del PET, que actualmente está en el orden del 20 a 25%. La industria tiene capacidad ociosa, si se lograse incrementar el reciclado la industria automáticamente lo podría procesar.” La planta de RAPET cuenta con capacidad para procesar 900 toneladas al mes, lo que equivale a 50 millones de botellas.
RAPET se proyecta como la única empresa de reciclado de PET integrada desde el fardo a la preforma, con aprobación de su reciclado para contacto con alimentos, su propia fabricación de preformas PET y el reciclado de más de 1.000 toneladas del material al mes.
“En 10 años, el problema del reciclado va a ser un problemón: en la Argentina tenemos números pobres, hoy solo recuperamos el 25% de nuestra producción. Si el Estado hiciera una cuenta, solamente con lo que se ahorra por no procesar esta basura, podría tranquilamente dar un beneficio fiscal para que más proyectos como el nuestro florezcan”, opina.
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