MADRE DE CINCO HIJOS CLAMA DESESPERADA POR UNA AYUDA
Una madre de cinco hijos vive una situación desesperante, ya que vive en una precaria vivienda y clama por ayuda del municipio, que de boca del secretario de Desarrollo Social Hugo Bozzini le respondió de una forma: “Cuando un ciclón te tire la casa abajo te voy a poder ayudar”.
Mirta es una joven madre que habita una humilde vivienda en las calles 85 y 6, en pleno barrio Ravello. Tiene cinco chicos y sola debe afrontar su crianza y su alimentación, ya que su marido trabaja fuera de la ciudad y muy pocas veces se acerca hasta este domicilio.
La dura realidad golpea sin piedad a esta mujer, que se muestra mal alimentada y con necesidad que el municipio le brinde una ayuda para poder salir de ese arrope de chapas sin sentido y que forman una estructura por demás de endeble en su casa. “No sé si pasamos el invierno en estas condiciones”, dice entre sollozos la madre de cinco criaturas de corta edad.
Mirta hace más de un año se había acercado al municipio para solicitarle ayuda al secretario de Desarrollo Social. Por entonces estaba embarazada de su hija más pequeña y tuvo que caminar hasta el Instituto Unzué para que Hugo Bozzini le tirara una frase carente de calidez a su pedido por un hogar digno: “Cuando un ciclón te tire la casa abajo te voy a poder ayudar”.
Esa frase lo martirizó durante todos estos meses y, a pesar de sus nuevos intentos, desde la secretaría municipal no se le daba ninguna solución. “Bozzini no me quiso atender más, pero me mandaba a decir lo mismo que mientras estuviera en pie esa casa no me iba a poder ayudar”, dijo Mirta, mientras mimosea a su pequeña hija.
Más allá de esta puntual situación con la vivienda, a Mirta las cosas se le fueron ennegreciendo aún más, ya que por ahora sólo vive con la ayuda municipal que llega a través de las bolsas de alimentos que se reparten entre los más humildes. No tiene un plan Jefa de Hogar, ni un subsidio para poder llevar adelante una vida algo más digna.
Para colmo de males, la joven madre la semana pasada tuvo que afrontar un delicado problema en uno de sus riñones, que la terminaron internando en la terapia del Hospital Dubarry. Las consecuencias pueden ser mayores, ya que correría riesgo su órgano.
Ella se repone con mucho esfuerzo y mientras tiene a su hija en brazos, entre llantos recuerda aquella frase fría e indigerible de Bozzini: “Cuando un ciclón te tire la casa abajo te voy a poder ayudar”.-
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