La Santa Sede no ha descartado que pueda asomarse a la ventana para bendecir a los fieles que se reúnan en la plaza de San Pedro.
La cancelación de la audiencia ya estaba prevista, el hecho de que se confirmara de nuevo y el hervidero de rumores sobre la posibilidad de que el Papa haya sufrido una recaída, han desatado la preocupación de los fieles.
Muchos medios de comunicación desplazaron inmediatamente sus equipos al Policlínico Gemelli, de Roma, ante los rumores sobre la posibilidad de que el Papa sea ingresado de nuevo.
El Vaticano mantiene un silencio total mientras que el subdirector de la Sala de Prensa, el religioso Ciro Benedettini, se ha manifestado que la convalecencia del Papa prosigue su curso.
Benedittini ha evitado comentar las hipótesis sobre un agravamiento de las condiciones del Pontífice, subrayando que cualquier noticia sobre su salud se dará de forma oportuna, “como siempre ha sido”.
Los rumores sobre un empeoramiento de la salud de Juan Pablo II, que en mayo cumplirá 85 años, se desataron después de que el domingo pasado, Domingo de Ramos, hiciera una breve aparición tras la Misa, desde la ventana de su apartamento, mostrando un aspecto muy frágil, con una venda en una mano y sin pronunciar palabra.
Según aseguran algunos diarios italianos, el Papa sufrió en la tarde del lunes una recaída y un nueva crisis respiratoria y su convalecencia no está siguiendo el curso que se esperaba.
Juan Pablo II fue sometido a una traqueotomía el pasado 24 de febrero, tras ser trasladado al Policlínico Gemelli de Roma por una crisis respiratoria aguda.
Tras permanecer dieciocho días hospitalizado, el Pontífice regresó al Vaticano el día 10 de este mes.