Hoy falleció el hombre más bueno del mundo
Si hiciésemos una nube de palabras con todo lo que la gente piensa de vos, no tengo dudas cual sería la que se destacaría: BUENO.
Gerardo “Piqui” Caballero
Son más de las 5 de la tarde y publicar algo sobre la noticia de tu fallecimiento, a esta altura, y después de tanto que se ha publicado al respecto en otros portales de noticias, como perfiles de Facebook, puede parecer tardío. Pero lo cierto es que estoy en shock y no sé cómo empezar.
“Tranquilo Carlos, que el YA de MercedesYA no te gane. Tomate una pausa para pensar lo que vas a escribir”, me decías siempre. Y me gustaría admitir que estoy siguiendo tu consejo, pero no es así. Estoy perplejo, y me cuesta tanto pensar en este momento que no sé como arrancar.
Siempre bromeamos con esta posibilidad. Uno iba a tener que escribir sobre el otro algún día. Pero jamás tomé en serio el asunto porque estaba seguro que serías vos quien escribiera sobre mí.
Vos sabrías exactamente que escribir en este momento. Porque vos tenías esa facilidad para escribir que tienen los que vivieron mucho y son ricos en experiencias diversas. “Porque fulano trabajó con mengano en el año tal, y es primo de sultano, que tiene un almacén en tal esquina donde yo iba cuando era chico”. Vos lo sabías todo. Desde la formación de Boca del 74 hasta las últimas novedades de pasillo en la muni que nos permitían tener alguna primicia. Sabías cuando había que pisar el acelerador, y cuando había que aplicar el freno. Tenías una visión panorámica de las cosas que siempre admiré.
Panorámica por esto de que viviste mucho (cuantos chistes de humor negro hubiésemos hecho con esta última afirmación, si hasta estoy escuchando tus carcajadas). Por supuesto que no me refiero a años calendarios (“para que se percate el lector distraído” como te gustaba poner) que fueron demasiados pocos. Me refiero a que fuiste un millón de Piquis. El Piqui periodista, el Piqui funcionario, el Piqui actor, el Piqui cantante, el Piqui animador, el Piqui arquero, el Piqui que recibía a las murgas en la esquina de la 29 y 30, el Piqui hijo, el Piqui esposo, el Piqui amigo, el Piqui que siempre estaba dispuesto a dar una mano a quien la necesitara.
Todas esas vidas te llenaron de amigos. De gente que te quiere bien. De gente que hoy, como yo, se preguntan por qué la vida parece a veces tan injusta.
Si hiciésemos una nube de palabras con todo lo que la gente piensa de vos, no tengo dudas cual sería la que se destacaría: BUENO.
Porque sos, sin temor a equivocarme, el ser más bueno que he conocido. Y estoy seguro de que cada uno que tuvo la posibilidad de compartir parte de sus vidas con vos, piensa, siente, exactamente lo mismo.
Mañana será un lunes diferente. Un lunes sin cafés, sin whatsapps, sin bromas, con sueños truncos. Un lunes vacío. Te voy a extrañar mucho.
Carlos Soto.
