Kirchner estuvo acomparñado por el gobernador bonaerense, Felipe Solá; el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido; el obispo de la diócesis de Mercedes-Luján, monseñor Rubén Di Monte, y el intendente local, Miguel Prince.

Di Monte anunció también que ya está en marcha la construcción de las dos cruces que serán colocadas en las torres de la basílica, una de las cuales cayó hace unos años al vacío.

El presidente dijo que hay que pedirle a Dios y a la Virgen que nos ayuden, que nos ayuden a construir la Nación que los argentinos nos merecemos”.

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“Cuando me dijeron que había que llevar esta obra adelante, fue algo que agradecí. Estoy agradecido de ser parte del conjunto de hombres y mujeres que pudiéramos implementar y refaccionar la Basílica. Hay que ponerse a trabajar para dejarla en las calidades que merece la Basílica”, aseguró Kirchner.

El presidente se refirió a las empresas privatizadas y dijo “cuál es la inversión que están haciendo esas empresas”.