De la mano de los jóvenes, nace la biblioteca popular “El andamio”
Con un encuentro en el que se compartieron unos tallarines entre cerca de 150 comensales y un show musical con rock y cumbia, en el Club Comunicaciones se presentó en sociedad el movimiento social, político y cultural MECHA. Fue el sábado por la noche y sirvió para que un grupo de jóvenes mercedinos con inquietudes pusiera en marcha una biblioteca popular, a la que denominaron “El Andamio” y está ubicada en 27 entre 12 y 14.
La idea fue hacer un festival musical con el valor de entrada de un libro para conformar la biblioteca, un espacio donde el MECHA ya hizo encuentros con facilitadores del programa alfabetizador “Yo sí puedo”, que trabajan en el barrio Marchetti en el comedor Los Pampitas. El dictado de clases del programa de alfabetización cubano llegaría de esta manera también al centro, ya que en la nueva biblioteca popular se aprovecharía que ya están allí los recursos necesarios (un televisor, videocasetera, luz) para implementarlo.
Durante el festival del sábado que siguió a la cena, cuando la música subió a alto volumen tronando canciones de Bersuit, Los Redondos, Los Piojos y Los Fabulosos Cadillacs, el Club Comunicaciones se llenó de jóvenes estudiantes del nivel polimodal, que llegaban a ver a una de las bandas que tocaba: “La Nonna”.
A esta altura, el comentario entre algunos que se acodaban en las mesas o se ponían a sus anchas era: “Esta es la antítesis de la fiesta del salame”, que se sucedía a esa misma de la noche y agonizaba de frío a esa misma hora en un predio municipal.
Es que el encuentro tuvo también espacio para la discusión política y social y hasta se leyó un discurso. Juani Ustarroz junto a Eduardo de Pedro, Yuyo Montaldo, Miguel Verón, Carlos Luna, el grupo de trabajo del comedor y de los planes de alfabetización fueron anfitriones, junto a muchos otros, y a uno de ellos le tocó agradecer el respaldo. “Nos empezamos a juntar con la necesidad y con las ganas de construir un nuevo espacio social, político y cultural. Un espacio amplio por la necesidad de abordar nuestra realidad desde el lugar que cada uno pueda y quiera aportar, porque son tiempos de sumar y no de dividir”, leyó Ustarroz.
En la puerta hubo dos mesas: una para quien quería incorporarse al trabajo en la biblioteca y otra para encontrar entre la gente a quienes quieran ser facilitadores del plan alfabetizador. En cada una de las planillas se recogió una gran cantidad de firmas, con las que se pidió adjuntar nombre, DNI y mail.
En definitiva, la ciudad cuenta con una nueva biblioteca popular y un movimiento social, político y cultural inquieto que está en continua generación de proyectos de trabajo. MECHA, dicen que es el apodo de Mercedes. Una que quiere impulsar la participación popular, la cultura democrática y la solidaridad como herramientas fundamentales para el cambio social y político.
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