Tras el primer encuentro frente al Palacio Municipal, donde se recolectaron más de 50 firmas, T.A.S. convoca a una nueva asamblea para exigir el cumplimiento estricto de la sentencia que fijó el límite de arsénico en 0,010 mg/L. El colectivo sostiene que no hay interpretación posible: el agua que hoy circula por la red es ilegal.