Se acrecienta la agonía del modelo económico, deciden s¡ Cavallo se va o lo echan
Nadie en la vida política argentina se ha ganado tantos detractores en tan poco tiempo. Porque de aquel Domingo Cavallo, rebozante de energía, que asumió en marzo con la firme intención de pasar a los libros de historia como “el salvador de la patria”, sólo queda un economista tozudo que se niega a aceptar el fracaso del modelo neoliberal.
Con la sola compañía de Horacio Liendo y Alfredo Castañón, Cavallo se encierra en su despacho a generar las medidas que reflejan la contradicción de un ministro que se ve superado por la crisis.
Las últimas iniciativas multiplicaron la bronca de los ahorristas primero y la de los empresarios después, dos sectores que hasta no hace tiempo veían en el Mingo una esperanza.
Las restricciones a los movimientos bancarios hicieron que la gente sintiera que el Gobierno echó mano de nuevo a sus bolsillos. Y profundizó la crisis de confianza, que en definitiva es la madre que parió la mayoría de los males que azotan al país.
Ayer los bancos fueron de nuevo desbordados por el público, en un contexto en el que el Banco Central continuó con la redacción de la resolución que impedirá a los ahorristas tener las cuentas que quieran en los bancos que quieran, y que se dará a conocer en las próximas 24 horas.
Entonces, esa sensación de que sólo se gobierna para los poderosos termi-nó de socavar la pobrísima imagen del Ministro y también la del presidente De la Rúa. ¿Alguien es capaz de negar que la imposibilidad de retirar el dinero del sistema financiero era para salvar precisamente al sector que más se benefició en la última década?
El actual presidente de la Asociación de Bancos de Argentina (ABA) y
titular del Banco Galicia, Eduardo
Escasany, tal vez en agradecimiento por la bancarización compulsiva, reivindicó ayer “el ahorro que significará para el fisco la suspensión de los planes de competitividad”.
Así, Escasany apoyó la suspensión de la mayoría de los planes de competitividad para lograr una mayor recaudación en 2002 -4.500 millones más exigidos por el FMI-, lo que abre las puertas al apocalipsis social.
Más allá de que Cavallo anunciara que las reducciones de los planes de competitividad no tocarán a los exportadores ni afectarán el factor de convergencia estipulado para las operaciones de comercio exterior, desde la Unión Industrial Argentina (UIA) se empieza a ver con mejores ojos que la hora del cambio ha llegado.
Ignacio de Mendiguren, presidente de la entidad fabril y uno de los que más ayudó al retorno de Cavallo al
Palacio de Hacienda, ya está tomando prudente distancia.
“La eliminación de los planes de competitividad que analiza el Gobier-no nacional provocará “inevitablemente más desempleo, cierre de empresas y agudización de la crisis”, advirtió ayer la UIA.
Y recordó que el Gobierno imple-mentó los programas “con el objetivo de eliminar los impuestos distorsivos que golpean fuertemente la rentabilidad de la actividad industrial”, y dijeron que “no es cierto” que los planes “no estén funcionando y que signifiquen prebendas para algunos sectores en particular”.
De Mendiguren adelantó que la entidad trabaja en una propuesta en estos cuatro días “en buscar resolver el problema desde otra óptica que la que hoy se está aplicando, que es el mero ajuste, el modificar permanentemente las reglas de juego”.
Frente al choque, Cavallo, fiel a su estilo, salió a defenderse con ataques a las provincias, a las que acusó de incrementar el gasto público “desmesuradamente y de emitir bonos más allá de los “aprobados” en los acuerdos con los organismos internacionales.
En tanto, y premonición mediante, el ministro de Justicia y hermano del Presidente de la Nación, Jorge de la Rúa, dijo: “No se puede cambiar a
Cavallo en medio del río”, con una sonrisa por el juego de palabras basado en el refrán que aconseja “no cambiar de caballo en medio del
río”. El Ministro de Justicia avaló así la continuidad del de Economía en su cargo.
Pero la mejor descripción de la realidad la dio el economista Eduardo
Curia, al señalar que hoy Cavallo es “un mono con navaja, que sobreactúa en medio de una clase política que contempla entre embelesada y entretenida sus dislates”.
Las horas decisivas se acercan. Todo hace suponer que una amplia concertación nacional es la salida. Pero, por alguna razón que no se entiende, los dirigentes esperan que todo estalle antes.
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Ahorro
por 5.209,5 millones
La Secretaría de Finanzas informó ayer que las ofertas recibidas en el tramo local del canje de deuda generarán un ahorro para 2002 de 5.209,5 millones de pesos, en concepto de pago de amortizaciones y capital.
La cifra corresponde a un ahorro de 2.392,5 millones de pesos por intereses devengados y 2.817 millones por amortización de capital.
A su vez, la dependencia a cargo de Daniel Marx precisó que los inversores minoristas presentaron posturas por 1.307 millo-nes de dólares en valor nominal, que serán reemplazados por préstamos garantizados a una tasa de 7 por ciento anual, por un importe 1.127,5 millones.
Por este segmento, las obligaciones del Estado se reducirán 35,5 millones por intereses devengados y 279 millones por amortizaciones de capital. Además, trascendió en el Ministerio de Economía que se recibieron ofertas por 3.600 mi-llones para el canje de deuda provincial, sobre un total de 5.500 millones. El plazo para este tramo aún no se cerró, por lo que las estimaciones prevén que se superarán los 4.000 mi-llones de dólares en ofertas.
El trueque, que ascendió a 51.000 millones de dólares, fina-lizó el pasado 7 de diciembre y fue realizado entre tenedores locales de títulos públicos. En una segunda etapa prevista para enero o febrero, el Gobierno espera lanzar una operación similar entre los tenedores
internacionales de bonos, que podría ascender a 60.000
millones de dólares.
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