En total son 3.500.000 los alumnos de nivel inicial, primaria y secundaria que volverán a las clases presenciales el miércoles en escuelas públicas y privadas de la provincia de Buenos Aires.

La medida fue anunciada el viernes pasado por el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y se debe a que el AMBA dejó de ser zona de “alarma epidemiológica” por el descenso de casos de coronavirus. Además de esos municipios, vuelven a las aulas 21 distritos del interior de la provincia que pasaron a fase 3.

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En tanto, en 7 distritos que están en fase 2 se retoma la “presencialidad cuidada” solo en algunas localidades o parajes, mientras que la semana que viene regresarán a las escuelas Carmen de Areco, Guaminí y Salto.

La vuelta a las clases presenciales se lleva adelante de la manera más cuidada posible. Una de las medidas novedosas, con una inversión de $622 millones, es la instalación de 33.000 dispositivos medidores de dióxido de carbono (CO2) a las más de 11.000 escuelas de gestión estatal.

El monitoreo de CO2 permite regular el nivel de apertura de las puertas y ventanas necesario para una adecuada ventilación que mitigue el riesgo de contagio y aporte la mayor comodidad térmica posible en el contexto de bajas temperaturas.