EN LUJAN EL MUNICIPIO NO RECOLECTARA LAS RAMAS DE LAS PODAS, SE VIENE PIQUETE VEGETAL ?
La Municipalidad comenzó a enviar, junto con la boleta de las tasas, una nota donde anuncia que no va a levantar las ramas acumuladas en las veredas producto de la poda llevada a cabo por los vecinos.
La noticia ya generó las primeras reacciones: En algunos casos, los vecinos amenazaron con copiar el “piquete vegetal” que la semana pasada tuvo lugar en Dr. Muñiz entre Rawson y General Paz, donde la gente -cansada de reclamar y de esperar que pase el camión recolector- decidió trasladar las ramas al medio de la calle y armar una especie de barricada o piquete que obstruyó el tránsito vehicular durante varias horas. Al final, a la Municipalidad no le quedó otra opción que levantar las ramas ante el temor que la situación se expandiera por otros sectores de la ciudad.
La polémica entre la gente y las autoridades por la poda de árboles es, por estos días, un tema recurrente que se escucha en las calles. Por un lado, la Municipalidad se niega a podar los árboles argumentando razones ecológicas y obvias, tales como que las plantas “oxigenan el ambiente, reducen la contaminación sonora, hospedan fauna y son refugios de nuestras aves” y otros motivos que pueden ser discutibles como que “ofrecen sombra y protección o que adornan la ciudad con su estética y embellecen el paisaje”.
En este último caso, puede ponerse en duda si una planta con sus ramas desnudas de hojas da efectivamente sombra o si ofrece protección, cuando se trata de especies de follaje perenne, al no dejar pasar no sólo la luz solar sino, sobre todo, del alumbrado público por las noches.
Pero más allá de esta discusión, la Municipalidad basa su negativa en la recolección de ramas en la existencia de una ordenanza que restringe al máximo la poda del arbolado público, aunque hasta los mismos funcionarios reconocen que la normativa no está a la altura de las circunstancias.
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LO QUE PIENSA LA GENTE
Los vecinos, muchas veces con más sentido común que las autoridades, suelen decir que los árboles sin podar son sinónimo de inseguridad. Así lo manifestó en reiteradas oportunidades y hace sólo unos meses la gente que vive en las manzanas que rodean a la parroquia Sagrado Corazón.
En ese caso, atribuían la mayor parte de los robos contra sus propiedades a la oscuridad reinante en la zona, lo que daba terreno propicio a los delincuentes para actuar con impunidad durante la noche. La altura que habían alcanzado las plantas, producto de varias temporadas sin ser podadas, convertía a todas las cuadras en verdaderas “boca de lobo”, a pesar de contar toda la zona con luz de sodio.
Como suele suceder todos los años, cuando llega mayo la gente -por su cuenta- inicia la poda de sus árboles sin importarle que la Municipalidad le aplique multa o le libre un acta por la infracción que está cometiendo.
Mucha gente, acostumbrada a que esta tarea era llevada cabo habitualmente por la Cooperativa Eléctrica y la Municipalidad, ahora decide agarrar un hacha, serrucho o motosierra y encarar la poda al ver la altura que toman las ramas y la falta de estética que tiene las copas del arbolado público en los meses de otoño e invierno.
Como dice el viejo refrán: “Haz lo que yo digo pero no lo que yo hago”, días atrás un grupo de vecinos del barrio San Bernardo puso el grito en el cielo al ver que la Municipalidad ya no efectuaba una poda correctiva de los árboles ubicados en el interior del predio de la Planta Depuradora, sino que directamente taló varios eucaliptos que daban hacia la calle Andrade.
Esta situación disparó el lógico reclamo y la reacción de la gente en defensa de los árboles, al tiempo que se escucharon duros cuestionamientos con no menos razón acerca de la campaña “antipoda” que lanzó la Secretaría de Planeamiento, Obras y Servicios Públicos por algunos medios de prensa.
La tala de unos “cinco” eucaliptos fue disfrazada por las autoridades del área bajo el rótulo de “poda controlada” aunque las imágenes fotográficas tomadas por este medio dejaron al descubierto que de “poda controlada” tenía poco y nada.
Días después, la Municipalidad señaló a través de un comunicado que la tala de los eucaliptos se realizó por razones de “seguridad y alumbrado” debido a que las ramas se “entrelazaban con el cableado de energía eléctrica y que han tenido desprendimientos naturales de ramas y gajos”, poniendo en riesgo tanto a los vecinos, a sus propiedades o a los transeúntes que pasan por Andrade.
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EL EJEMPLO MERCEDINO
Mientras en Luján la poda del arbolado genera una polémica que se vuelve interminable, en la vecina Mercedes la situación se presenta muy diferente.
A sólo 35 kilómetros, las autoridades implementaron una campaña de concientización para que desde mayo a agosto se realice una verdadera “poda correctiva”.
Para esto establecieron un organigrama, tanto para la poda como para la recolección de las ramas de los frentes de las casas. Dividieron el casco urbano en 4 zonas y a cada una de ellas le asignaron un período para que se realice esta tarea durante los próximos tres meses.
Pero esto no es todo. También el Municipio acordó realizar reuniones con fomentistas, personas que se dedican a podar, ONG's, medios de prensa, autoridades y docentes de establecimientos educativos.
Y mientras en Luján, los frentistas reciben notas y amenazan con convertir la ciudad en un caos si no se juntan las ramas, en Mercedes la Municipalidad le pide a los vecinos que acaten el organigrama establecido tratando de evitar molestias innecesarias.
La flota de camiones que tiene esa comuna se encarga de levantar a diario el ramerío que se acumula en las aceras, algo muy distante a lo que ocurre en nuestra ciudad donde la falta de camiones municipales parece ser la verdadera razón para que las ramas sigan en las veredas de los frentistas casi por una eternidad.
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