La protesta se desarrolló de forma pacífica, con la participación de familiares y allegados de Aquiles Castañarez, entre ellos su hermano Ulises, quien renovó su pedido de justicia. La Policía Comunal y la Dirección de Tránsito dispusieron móviles para acompañar la movilización y garantizar el orden.

Durante el recorrido, muchos vecinos compartieron su malestar ante la creciente inseguridad. Una mujer denunció que días atrás le vaciaron la casa y aseguró que los robos son cotidianos en distintos barrios de San Pedro, aunque muchos no se denuncian. Otro vecino lamentó la falta de vigilancia nocturna y señaló que “después de las 23:30, esta ciudad queda desierta”.

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El presidente de la Sociedad Rural, Edgardo Salmoiraghi, expresó su disgusto por no haber sido convocado a una reciente reunión de seguridad organizada por el nuevo secretario del área, Carlos Farré, a la que sí asistieron representantes de Caproem y la Cámara de Viveristas.

En medio del reclamo, algunos manifestantes subrayaron que “todos saben quiénes son los delincuentes y dónde están los objetos robados, pero nadie actúa”. La indignación creció al llegar a la Municipalidad y encontrarse con un edificio vacío. Cecilio Salazar inició su licencia por vacaciones, delegando la gestión en el jefe de Gabinete, Alfredo Carrasco.

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La movilización también contó con la presencia de personas vinculadas a sectores de la oposición, quienes remarcaron que su asistencia no tenía fines partidarios, sino que buscaba respaldar el pedido ciudadano. “No es un tema político, es una exigencia de todos los vecinos. Pagamos impuestos y queremos soluciones”, sostuvo uno de los asistentes.

La ausencia de autoridades municipales fue uno de los puntos más criticados por los manifestantes, quienes esperaban una respuesta directa a sus reclamos en el contexto de una ciudad cada vez más afectada por el delito.