A pesar del bajo número de manifestantes, el evento no careció de intensidad en los reclamos, destacando el papel esencial de las compañeras que lideran los comedores populares en la contención de aquellos afectados por la desatención gubernamental. La realización de una olla popular resaltó la urgencia de garantizar el acceso a alimentos básicos para las familias en situación de vulnerabilidad.

Durante la protesta, que incluyó quema de neumáticos, se lanzaron duras críticas hacia las políticas gubernamentales, denunciando la priorización de gastos en áreas no prioritarias mientras se descuidan las necesidades básicas de la población. El mensaje de resistencia y solidaridad resonó fuerte entre los presentes.

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La realización de una olla popular frente a La Anónima se convirtió en un acto simbólico de resistencia, demostrando la determinación de aquellos que luchan por un cambio en las políticas sociales del país. A pesar de los desafíos y obstáculos, el movimiento sigue adelante en lo que entiende es su búsqueda de justicia y equidad para todos.

“Seguiremos en la lucha, como siempre. Estamos convencidos y convencidas de que la calle es un espacio de visibilización y encuentro. Nadie se salva solo, al contrario, nos necesitamos más que nunca para hacer frente a quienes intentan callarnos”, concluyó uno de los manifestantes, reflejando el espíritu de resistencia que caracteriza al movimiento social.