Mercedes y su contraste: controles estrictos, desorden persistente

Por Toti Minadervino:

Querido vecino de Mercedes:

No importa cuántos operativos de tránsito con secuestros de vehículos observes. Tampoco cuántos jóvenes se queden sin su moto por no tener los papeles en regla. Incluso el vecino que recién sacó su 0km y, por falta de patentes en el registro automotor, también sufrió el secuestro de su vehículo.

Porque, antes de los corsos, de cualquier fiesta popular o en pleno inicio del ciclo escolar, Mercedes vuelve a lo que ya parece su normalidad. Vecinos en ojotas en motos sin caños de escape, madres con cigarros a medio terminar en motos colectivos con sus hijos pequeños aferrados al cuello, recorren las calles en condiciones que reflejan el abandono de la normativa.

En algún momento, la sociedad juzgará al Ejecutivo local, cuando las consecuencias sean tan evidentes que se recuerde cómo pudieron haberse evitado. Usar a ciertos sectores para sumar votos, dejando de lado las leyes y la seguridad, solo perpetúa un modelo que afecta directamente a los ciudadanos.

La realidad es que, aunque nos cueste admitirlo, el populismo en Mercedes está comenzando a mostrar sus grietas, y sus efectos ya empiezan a doler.