Los perros sociables y el riesgo de contagio: la enfermedad respiratoria que preocupa a los dueños

El vínculo entre los argentinos y sus mascotas ha crecido notablemente en los últimos años. Actualmente, ocho de cada diez hogares tienen al menos un perro o un gato, y el 75% de los dueños los considera parte de la familia. En este contexto, la salud de los animales se ha convertido en una preocupación prioritaria, y conocer las enfermedades más comunes resulta clave para prevenirlas.

Una de las patologías más habituales en los perros es la Enfermedad Respiratoria Infecciosa Canina (ERIC), popularmente conocida como “tos de las perreras”. Esta afección, provocada por un conjunto de agentes infecciosos, ataca el sistema respiratorio de los canes y se transmite con facilidad en entornos donde hay contacto frecuente entre ellos. Si bien un 20% de los contagios ocurre en estadías en pensionados, el 40% se debe a paseos y reuniones con otros perros, lo que demuestra que cualquier mascota está expuesta.

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El síntoma más característico es una tos seca y persistente, que puede confundirse con un atragantamiento o una arcada. Aunque en la mayoría de los casos la enfermedad no reviste gravedad, en ciertos perros puede derivar en complicaciones serias como neumonía. Las razas braquicéfalas, como los bulldogs y los pugs, son especialmente vulnerables, ya que su estructura respiratoria los hace más propensos a sufrir cuadros severos.

El veterinario Walter Comas, director del área de Animales de Compañía de MSD Salud Animal en Argentina, enfatiza la importancia de la prevención para evitar el contagio. Según explica, la única forma eficaz de proteger a los perros es la vacunación. Existen opciones inyectables que requieren dos dosis y brindan inmunidad contra la bacteria Bordetella bronchiseptica. También hay una vacuna intranasal innovadora, que se administra en gotas, genera protección en solo tres días y tiene una duración anual con una única aplicación. Además, puede ser utilizada en cachorros y perras en gestación, lo que la convierte en una alternativa segura para distintos casos.

Otra medida clave es anticiparse a situaciones de riesgo. Si un perro va a viajar, asistir a exposiciones o ingresar a una guardería, es recomendable vacunarlo antes de la exposición para reducir las probabilidades de contagio. También se aconseja evitar la automedicación, ya que el uso de fármacos sin supervisión veterinaria puede agravar el cuadro. Ante cualquier síntoma sospechoso, la consulta con un profesional es fundamental para un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.

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Más allá del impacto en la salud de los perros, la enfermedad también afecta a los dueños, quienes pueden enfrentar costos veterinarios inesperados y noches sin descanso debido a la tos persistente de sus mascotas. Según estudios recientes, el 96% de las personas cuyos perros contrajeron ERIC reportaron que la experiencia fue altamente estresante.

“Cuidar la salud de los perros no solo evita enfermedades, sino que también reduce la preocupación y el gasto para sus dueños. Con información y prevención, esta afección puede evitarse por completo”, concluye Comas.

Desde MSD Salud Animal instan a los propietarios a tomar medidas preventivas para garantizar el bienestar de sus perros. Gracias a los avances científicos y tecnológicos, es posible brindarles una vida más saludable y plena.