LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMERICA SE ENOJO CON EL ESTILO “K”
El Gobierno se mostró confiado hoy en que la reunión pactada entre el presidente Néstor Kirchner y su par norteamericano, George W. Bush, para el martes próximo en México se desarrollará en un clima de “cordialidad” y que servirá para “mejorar” las relaciones entre ambos países
“Nosotros conifamos en que el encuentro se va a desarrollar en el clima de cordialidad que siempre ha rodeado como marco las reuniones del presidente Bush y el presidente Kirchner”, afirmó esta mañana el jefe de Gabinete, Alberto Fernández en el canal de cable TN.
El funcionario dijo que el presidente Kirchner buscará “llevar adealante un diálogo franco” y “sincero” durante el encuentro acordado para la semana próxima en Monterrey, con la intención de “mejorar la buena relación que ha existido y existe entre los Estados Unidos y Argentina”.
Fernández aclaró que el nuevo encuentro entre Kirchner y Bush “es una reunión que estaba pactada de antemano” y no tiene relación directa con las declaraciones hechas por el subsecretario de Asuntos Hemisféricos norteamericano, Roger Noriega, que motivaron una fuerte queja del Gobierno argentino a Washington.
Noriega afirmó que la política exterior de Kirchner dio “un giro a la izquierda” que “decepcionó” a la Casa Blanca, y cuestionó en particular la actitud argentina hacia Cuba. Según trascendió, el nuevo encuentro entre Kirchner y Bush se acordó a instancias del gobierno norteamericano, a partir de un pedido efectuado a la Secretaría General de la Presidencia el lunes último.
La reunión fue acordada para el martes próximo por la mañana en la ciudad mexicana de Monterrey, durante la Cumbre de las Américas. La Casa Blanca buscaría despejar durante el encuentro sus dudas en torno a la política exterior del Gobierno e interesarse por la situación de los acreedores privados de la Argentina y las relaciones con el Fondo Monetario Internacional.
La Argentina encara una dura negociación con los acreedores privados -tenedores de bonos de la deuda argentina-, a los que busca imponerles una quita de alrededor del 75 por ciento. En tanto, el Gobierno viene rechazando presiones del FMI para que el país amplíe su superávit fiscal y sus pagos al organismo internacional, a partir de su mayor nivel de recuperación económica.
