La desaparición de los jóvenes fue reportada el 30 de enero, cuando no regresaron a sus hogares tras salir juntos. Ambos asistían a la misma escuela secundaria y solían compartir actividades diarias, incluyendo la rutina de gimnasio. Según testigos, la última vez que fueron vistos se dirigían precisamente a entrenar, pero nunca llegaron.

El hallazgo se produjo tras un llamado a la policía por parte de un hombre que encontró los cuerpos en un descampado. Las primeras pericias indican que ambos habrían sido asesinados a golpes, posiblemente con una piedra. Además, las autoridades investigan la posibilidad de que el crimen esté vinculado a un robo, ya que sus mochilas y teléfonos celulares no fueron encontrados en la escena.

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Desde el municipio se dispuso un equipo de contención para asistir a las familias y allegados de las víctimas, a través de profesionales de Desarrollo Social, Defensa Civil y la Guardia Comunal. Mientras tanto, la investigación judicial avanza bajo la órbita de la UFI Nº 5, a cargo del fiscal Hernán Bustos Rivas.

El crimen de Paloma y Josué ha conmocionado a la comunidad de Florencio Varela, donde vecinos y compañeros de colegio exigen justicia. La policía continúa recabando pruebas y testimonios para esclarecer lo ocurrido y dar con los responsables de este brutal asesinato.