Tal como lo muestra la imagen que ilustra la nota, así de emotiva fue la marcha que familiares y amigos realizaron hasta Olivera, donde el joven Rodrigo González perdió la vida el pasado 15 de febrero, al escapar de una persecución que realizaban otros jóvenes oriundos del lugar.

Muchos vecinos también se sumaron en autos y motos que partieron desde calle 102 entre 11 y 9, domicilio del joven fallecido y de manera muy pacífica pidieron justicia; cuando horas antes de la misma se tomó conocimiento que los dos jóvenes imputados en el caso, habían sido liberados.

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Media hora antes, la Policía reforzaba la seguridad en el pueblo. Un par de móviles de la Policía Local, otro del Comando de Patrullas y un tercero del GAD se concentraban primero en el Destacamento emplazado en la Estación para luego apostarse en el paso a nivel con el objetivo de evitar incidentes.

Pero tal como lo expresó el papá de Rodrigo, Luis González, en el programa radial de nuestro sitio, que se emite por FM La Tribuna, nadie ingresó al pueblo, porque la consigna era el reclamo pacifista a la justicia.

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Los vecinos llegados desde nuestra ciudad fueron directamente al sitio donde falleció Rodrigo: la bajada hacia la AU5. Allí colocaron una cruz de madera con un pistón en el centro como símbolo de la pasión que sentía Rodrigo por las motos, dejaron ramitos de flores a sus padres, e hicieron oír los motores de las motos, y pidieron que se haga justicia.

Los familiares hicieron clara referencia sobre el hecho, de que a Rodrigo lo mataron. Pidieron a los vecinos de Olivera que habrían sido testigos de lo acontecido, que se presenten la Fiscalía para aportar datos y los imputados que ahora recuperaron su libertad, vuelvan a ser detenidos.

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“Acá no murió Rodrigo, acá lo mataron a Rodrigo -expresó Claudio, el cuñado- y vamos a hacer fuerza todos para que esto se esclarezca”, fueron algunas de las voces que se escucharon en el lugar del trágico episodio.

Finalizado lo programado en Olivera, familiares, amigos y vecinos regresaron a la ciudad y circularon por avenidas haciendo oir el reclamo de justicia, portando carteles que decían: “Justicia por Rodrigo”.