En la mañana del 10 de agosto, un vecino de Mercedes fue asaltado mientras caminaba por la vía pública. El delincuente, tras golpearlo y amenazarlo, logró sustraerle el teléfono celular. Sin embargo, la víctima, tras recuperarse, persiguió al agresor varias cuadras y, con la ayuda de otro transeúnte, consiguió recuperar su dispositivo, a pesar de las intimidaciones que ambos recibieron.

El caso fue rápidamente investigado por la Unidad Funcional de Instrucción N° 6 del Departamento Judicial Mercedes, bajo la dirección del fiscal Luis Carcagno. Las pesquisas permitieron identificar al autor del robo, un joven que ya contaba con denuncias previas por violencia de género.

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Una de estas denuncias fue realizada el 2 de junio, cuando su pareja en ese entonces relató que, sin motivo aparente, fue atacada verbalmente por el acusado durante la madrugada. Al intentar echarlo del hogar, el agresor intentó arrojarle agua caliente y, aunque no lo consiguió, la golpeó brutalmente. La investigación reveló que este no era un hecho aislado. Una expareja anterior del detenido también había sido agredida por él el 23 de octubre del año pasado. Tras golpearla, el agresor la obligó, bajo amenazas, a negar los hechos ante la policía cuando se presentó en el lugar.

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Con suficientes pruebas reunidas, se solicitó una orden de allanamiento y detención al Juzgado de Garantías Nº 2, dirigido por el juez Facundo Oliva. La policía local, junto con el grupo GAD, ejecutó la orden el martes 20 de agosto, logrando detener al acusado en su domicilio en Mercedes.

Al día siguiente, el joven compareció ante la fiscalía en una audiencia de declaración bajo los términos del artículo 308 del Código Procesal Penal. Fue imputado por robo simple en concurso con amenazas, así como por lesiones agravadas por violencia de género contra sus exparejas. Durante la audiencia, el detenido decidió hacer uso de su derecho a no declarar.