Avanza la obra en Mercedes

Los Centros Integradores Comunitarios pretenden ser una respuesta práctica para la implementación de las políticas sociales articuladas desde una Red Federal Nacional , con interacción en las provincias, los municipios y la sociedad civil. Desde allí se pueden constituir en los brazos largos para el “Plan Nacional Manos a la Obra”, el “Plan de Seguridad Alimentaria” y el “Plan Familia”, pensados no como un plan único sin tener en cuenta los intereses de los sujetos, sino como una amalgama de lo nacional y los derechos sociales. En una Argentina fracturada, reconstruir un Estado Social supone poner la voluntad política y la convicción necesaria para diseñar políticas y estrategias que liguen el desarrollo territorial con el desarrollo humano. Teniendo en cuenta además, que la economía social no se debe entender como una subeconomía separada y autónoma, sino funcionando sobre las bases de una sociedad justa y solidaria.
Lo que debe rescatarse en la sociedad civil es la cooperación, el sentido de comunidad, del capital humano, de la protección de la familia y del trabajo. Y una forma es encarando emprendimientos que den respuestas a las necesidades, produciendo bienes y servicios, construyendo redes de cooperación, de servicios, de empresas sociales que deben ser apoyadas desde el Estado. En Mercedes, esa red de cooperación, quedó conformada por tres cooperativas de trabajo, conformadas ellas por personas que se encontraban desocupadas o bien tenían un plan social, lo que significará para cada integrante, pasar a tener un sueldo mucho más digno y a partir de aquí comenzar a proyectarse en el ámbito laboral y consolidar sus ingresos económicos. Estas tres cooperativas levantan hoy el CIC, donde se encontraba ubicada la vieja cancha de La Tuca, en el barrio Facundo Quiroga, obra que es supervisada por la Secretaría de Desarrollo Social de la Municipalidad, a cargo de Hugo Bozzini, quien el pasado 14 de junio hizo entrega de toda la indumentaria necesaria a los trabajadores, quienes ya pusieron en marcha esta importante obra anunciada por el presidente de la Nación el año pasado.
La economía social aparece así como un desarrollo local y desde un modelo organizativo de instituciones y áreas de acción, a diferencia de lo planteado por el modelo neoliberal, que piensa la política social en el corto plazo y no en el cambio estructural. Es una utopía alcanzable, movilizadora y concreta que produce cambios estructurales más allá de un Gobierno, porque de lo que se trata es de una política de Estado superadora de la coyuntura.
Ante la exclusión y la desarticulación del Estado, producto del fundamentalismo del mercado, se han puesto en marcha planes sociales como gestión e inversión del Gobierno nacional, para llegar en el país con más de 31.500 emprendimientos que llegan a 410.000 personas, además de colaborar con la seguridad alimentaria a más de 1.600.000 familias. Pero no hay que descuidar que se ha comenzado a entregar tierras que les correspondían a los pueblos originarios y se están entregando algo así como 10.000 pensiones asistenciales por mes, lo que demuestra un Estado activo.

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ESTRATEGIA DE GESTIÓN

Desde el Ministerio de Desarrollo Social se define una estrategia de gestión orientada a mejorar la calidad de vida de la población integrada por los sectores más vulnerables, con los siguientes lineamientos:
• Intervención integral : Evitando la dispersión de recursos, la duplicación de estructuras, la extemporaneidad de objetivos e impulsando un trabajo de unificación y articulación de recursos, circuitos administrativos y gestiones compartidas
• Abordaje territorial: Las políticas sociales deben concebirse a partir de una dinámica territorial propia de cada municipio, provincia o región, actuando coordinadamente desde el terreno geográfico.
• Articulación interjurisdiccional: Se considera la articulación en varias dimensiones de la intervención, de tal forma que permita una estrategia relacional entre la producción y la distribución de bienes y servicios y de asistencia técnica.
• Mirada colectiva: Porque la coyuntura no resiste la implementación de acciones acotadas.
• Planificación de “abajo hacia arriba”: Las intervenciones masivas requieren flexibilidad y adaptabilidades a las situaciones de cada municipio, porque deben ser concebidas de acuerdo a las necesidades sociales detectadas.
• Fortalecimiento de Espacios Participativos: Antes que crear nuevos espacios asociativos, hay que rescatar, fortalecer, refuncionalizar y apoyar los espacios preexistentes, para no superponer formas y modelos de gestión ajenos a la realidad local y no interferir en las formas participativas.
• Promoción del desarrollo local y la economía social: Hay que partir de lo local para proyectar las actividades económicas identificadas como motor de crecimiento. La cultura, los saberes y las tradiciones son centrales en los lineamientos del Ministerio de Desarrollo Social.
• La familia como eje de la inclusión social: La familia es promotora de la integración social y el abordaje de la política social debe formularse a partir del grupo familiar. No hay individuos afectados por los condicionantes de la pobreza, sino que es el grupo familiar el que sufre las consecuencias de una situación social desfavorable.
• Reconocer a los jóvenes y a los adultos mayores como los grupos de mayor vulnerabilidad: Los jóvenes en situación de pobreza que no estén acompañados por dispositivos sociales, educativos y recreativos, se enfrentan a una situación de doble vulnerabilidad: Son jóvenes y pobres. El Estado debe promover acciones para incrementar la participación en procesos que los orienten a su inserción y permanencia en el mercado laboral. En el caso de los adultos mayores, el Estado debe establecer un orden de prioridad para esos sectores, otorgando protección con el objetivo de integrarlos.
• La Política Social desde el enfoque de la promoción: El Estado debe posibilitar el acceso de la población vulnerable a una alimentación adecuada, suficiente y acorde a las particularidades y costumbres de cada región del país.