Este acto, que será denunciado ante la justicia, no es un hecho aislado; se suma a una serie de agresiones contra los empleados del organismo desde el anuncio del gobierno nacional sobre la disolución de la AFIP y la creación del ARCA.

Los recientes acontecimientos han generado un clima de inquietud entre los trabajadores, quienes, a través de su sindicato, manifestaron de inmediato su preocupación por las decisiones gubernamentales. Se declararon en estado de alerta y movilización permanente, organizando asambleas en todas las seccionales, incluida Mercedes. Este pronunciamiento responde a la grave amenaza de perder más de tres mil puestos de trabajo en el organismo.

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Los empleados sostienen que las afirmaciones del gobierno sobre irregularidades en los ingresos son inaceptables y falsas, ya que el proceso de contratación se llevó a cabo conforme a todas las normativas establecidas. Además, cuestionan la visión del gobierno al presentar el anuncio, sugiriendo erróneamente que todos los trabajadores perciben salarios exorbitantes, cuando solo veintiún autoridades superiores, designadas por el actual gobierno, reciben esas sumas, fuera del convenio colectivo.

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Asimismo, critican la decisión política de reestructurar el organismo, argumentando que esto provocará un debilitamiento en los controles fiscales, lo que podría resultar en una disminución en la recaudación. Ante esta situación, responsabilizan a las autoridades del organismo y al gobierno nacional por cualquier ataque que pudiera ocurrir contra sus compañeros.